El objetivo principal de este espacio es que los profesionales puedan generar y/o perfeccionar las herramientas necesarias para transmitirle a los alumnos un cambio en los patrones conductuales, emocionales y de pensamiento, asociados a los problemas vitales que causan emociones displacenteras y malestar.
La OMS define a la adolescencia como el período de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Se trata de una de las etapas de transición más importantes en la vida del ser humano, que se caracteriza por un ritmo acelerado de crecimiento y cambios. Esta fase de crecimiento y desarrollo viene condicionada por diversos procesos biológicos. En esta etapa, aún en la población sin patología, se detectó que existe una mayor prevalencia de episodios de desregulación emocional. El inicio de la mayor parte de los desórdenes mentales se da en esta etapa (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013).
El uso de DBT en las escuelas ha sido estudiado recientemente y los resultados obtenidos han sido prometedores. Entre los distintos establecimientos escolares, se encuentra el caso de un colegio secundario de la ciudad de Filadelfia (Pensilvania, EEUU) en donde se evaluó a la población estudiantil previamente al uso de DBT y se volvió a evaluar posteriormente a su aplicación. Uno de los resultados arrojados fue que los niveles de estrés emocional mostraron una baja significativa, en particular entre los alumnos del noveno año de la preparatoria.
La DBT fue desarrollada por Marsha Linehan a fines de la década del ´70 en Estados Unidos. Originalmente fue creada para la asistencia de mujeres suicidas y con conductas autolesivas que cumplían criterios para Trastorno Límite de la Personalidad.
Desde su creación hasta la actualidad, la DBT ha demostrado tener eficacia en el tratamiento de distintos problemas conductuales: intentos de suicidio, conductas autolesivas, abuso de sustancias, bulimia y depresión crónica, entre otros.
La adolescencia es una de las etapas de transición más importantes en la vida, caracterizada por cambios y un ritmo acelerado de crecimiento.
En esta etapa, aún en la población sin patología, se detectó que existe una mayor prevalencia de episodios de desregulación emocional.
El inicio de la mayor parte de los desórdenes mentales se da en esta etapa (Asociación Americana de Psiquiatría, 2013).
En la Argentina, los suicidios constituyen la segunda causa de muerte en la franja de 10 a 19 años (MSAL, 2016). En el grupo de 15 a 19 años, la mortalidad es más elevada, alcanzando una tasa de 12,7 suicidios cada 100.000 habitantes, siendo la tasa en los varones 18,2 y en las mujeres 5,9 (MSAL, 2016). Desde principios de la década de 1990 hasta la actualidad, la mortalidad por suicidio en adolescentes se triplicó considerando el conjunto del país (MSAL, 2016).
Por todo esto, consideramos imprescindible la posibilidad de acercar herramientas de habilidades de DBT a este grupo etario
y a sus docentes.
El taller tiene una duración total de 15 clases:
Clase 1: Reglamento y encuadre del taller. Definición de DBT. Presentación de los ejes centrales de las habilidades.
Clase 2: Definición de dialéctica. Perspectiva dialéctica entre aceptación y cambio. Mindfulness y tres estados de la mente.
Clase 3: Protocolo de suicidio en la adolescencia. Definir factores de riesgo, factores de protección, acrónimo PEDRA.
Clase 4: Habilidades qué y cómo. Articulación teórico práctica. Mindfulness de los pensamientos actuales.
Clase 5: Habilidades de supervivencia a la crisis: ACEPTAS Y SALVARÁ.
Clase 6: Habilidades de aceptación de la realidad: aceptación radical, redireccionando la mente y disposición abierta.
Clase 7: Metas de la regulación emocional y funciones de las emociones. Verificar los hechos.
Clase 8: Habilidad de Resolución de problemas y Acción opuesta.
Clase 9: Reduciendo la vulnerabilidad de la mente emocional: habilidad CUIDA.
Clase 10: Mindfulness de las emociones actuales.
Clase 11: Habilidades de efectividad interpersonal. Metas. Identificar objetivos.
Clase 12: Habilidades DEAR MAN, VIDA y AVES.
Clase 13: Introducción a la identidad de género. Binarismo y heteronorma. Infancias y adolescencias trans.
Clase 14: TCA en la adolescencia. Anorexia nerviosa. Bulimia y Trastorno por Atracón. Señales de alarma y prevención.
Clase 15: Examen final.
Nuestro objetivo principal es que los profesionales puedan generar y/o perfeccionar las herramientas necesarias para transmitirle a los alumnos de los colegios, un cambio en los patrones conductuales, emocionales y de pensamiento, asociados a los problemas vitales que causan emociones displacenteras y malestar.
El uso de DBT en las escuelas ha sido estudiado recientemente y los resultados obtenidos han sido prometedores.
Entre los distintos establecimientos escolares, se encuentra el caso de un colegio secundario de la ciudad de Filadelfia (Pensilvania,
EE.UU) en donde se evaluó a la población estudiantil previamente al uso de DBT y se volvió a evaluar posteriormente a su aplicación. Uno de los resultados arrojados fue que los niveles de estrés emocional mostraron una baja significativa, en particular entre los alumnos del noveno año de la preparatoria.
Estudios sobre el desarrollo de habilidades emocionales, como el estudio de Graziano, Reavis, Keane y Calkins (2007) en 325 jardines de infantes de Estados Unidos, han llegado a la conclusión de que existe una relación entre la transmisión de habilidades de regulación emocional y el éxito académico.
Los resultados remarcan la relevancia de dichas habilidades y su correlación con una mejora positiva en la relación entre estudiantes y maestros, así como las mejoras en el procesamiento cognitivo, aprendizaje independiente, que se relacionan a su vez, con un aumento en la motivación y el éxito académico.
Por su lado, Eisenberg, Sadovsky y Spinrad (2005) destacan la importancia de la regulación emocional en edades tempranas de la niñez y su relación con el aprendizaje y adquisición de habilidades lingüísticas, la motivación y las habilidades
académicas.
Flynn (2017) puntualiza la importancia de la utilización del modelo de DBT en las escuelas para crear resiliencia, normalizar discusiones sobre salud mental y, potencialmente, identificar temas de salud mental en edades tempranas.